viernes, 5 de abril de 2013

Gris


De repente, pasó

El mundo se borró
Y se quedó turbio y arrasado
Hueco y silencioso
Como un huevo vacío

Lágrimas inflamables
Incendian todo lo que tocan
El suelo es una alfombra de cenizas
Una manta gris, rota y áspera

Madrugadas frías atraviesan las ventanas
Luz pétrea del un sol apagado
Y los ojos secos y pesados
Se esfuerzan por dar cabida a un nuevo día
En un mundo que se secó.

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descansaron aquí.